Por: América Gómez Luna
Pensemos en las típicas charlitas de sexualidad del colegio: “¡el sexo es peligroso!” o “la primera vez duele un montón”... Por alguna razón siempre que pienso en eso recuerdo esa escena de Chicas pesadas y la frase del entrenador “¡NO TENGAN SEXO, PORQUE SE EMBARAZARÁN Y MORIRÁN! ¡NO LO HAGAN EN LA POSICIÓN DEL MISIONERO, NO LO HAGAN DE PIE!... ¡SÓLO NO LO HAGAN ¡¿LO PROMETEN?!”, aún después de años de haber visto la película no la he logrado olvidar porque es increíblemente irracional, pero se apega a los discursos de muchos de mis profesores de aquel momento sobre el sexo y sus peligros.
Claro está que ante una educación como esta en la que se bombardea a los estudiantes con millones de palabras como sífilis, gonorrea, chancro y muchas otras que producen nauseas de solo escucharlas, pocos recordarán al final de la clase qué era cada enfermedad, porque no están siendo informados, sino, aterrados. Frente a una educación sexual incapaz de informar sobre los detalles biológicos básicos, ¿cómo se puede esperar una enseñanza efectiva respecto a las implicaciones socio-psicológicas relacionadas?
Según la Segunda Encuesta de Salud Sexual y Reproductiva (2015-2016), un 15% de los hombres y un 43% de las mujeres inician las relaciones sexuales de los 15 a los 19 años. ¿Pero con quién mantienen relaciones sexuales ese 43% de mujeres si una mayoría considerable de los hombres de su edad no han iniciado? La encuesta nos indica que 6 de cada diez mujeres tienen sexo con una persona 5 o más años mayor (por supuesto se debe tomar en cuenta a la comunidad LGTBQ) ¿pero y el resto? Se infiere entonces que ese 15% de los hombres mantiene múltiples parejas sexuales, además muchos hombres mayores de edad mantienen relaciones sexuales con mujeres muy jóvenes, ante dichas condiciones; las relaciones de pareja monógamas donde existan condiciones de equidad, no parecen ser el modus operandi para la población sexualmente activa, en esas edades.
Si la edad en la que se mantienen relaciones sexuales por primera vez indica una abundante presencia de relaciones impropias, de forma que mientras menor sea una mujer cuando comienza hay más probabilidades de que haya sido con una persona mucho mayor ¿se puede afirmar que hay igualdad y respeto mutuo ante estas situaciones? Claramente persiste la situación de desigualdad entre hombres y mujeres.
¿Se relaciona esta desigualdad con el contagio de Enfermedades de transmisión sexual?
En el año 2017 se declaró el 4 de setiembre como el "Día Nacional para la Promoción del Uso del Condón Masculino y femenino" esto debido a que aun cuando existe bastante conocimiento en el país sobre métodos anticonceptivos, su uso no es el más óptimo. Es decir, la mayor parte de la población los conoce, pero aun así los omite en determinadas ocasiones. ¿Entonces qué está pasando? Según la Encuesta, el 67,34% de los hombres y el 62,95% de las mujeres afirmaron que han utilizado el condón durante las relaciones sexuales al menos una vez. Reflexionemos sobre lo siguiente… las personas más jóvenes utilizan más los condones y su uso va disminuyendo conforme aumentan las edades tanto de hombres como de las mujeres; ahora bien las personas unidas (en algún tipo de relación de pareja) son las que más utilizan los métodos anticonceptivos y sólo un 13,68% de las mujeres y un 22,86% de los hombres usan con frecuencia los métodos de barrera, no parece acertado afirmar que haya mucha precaución respecto a la contracción de enfermedades de transmisión sexual; es más, parece un entorno bastante propicio a propagarlas.
¿Se han olvidado de la existencia de las ETS? ¿Ahora es tan fácil como parece utilizar condón? ¿Y las otras conductas de riesgo?
Recordemos entonces la frase del inicio: los embarazos son considerados, a pesar de todas las enfermedades existentes y de que una parte significativa de la población tiene grabada en la mente con letras rojas la palabra… SIDA, el principal problema. Lo que deja a las mujeres en una clara desventaja, ya que únicamente ellas pueden contraer embarazo. Debido a que en el entorno existe un gran espectro de posibles infecciones, así como enfermedades que no afectan a los hombres, y que solo pueden contraer las mujeres, como el papiloma que produce cáncer de cérvix o las enfermedades recesivas como el herpes. Sin agregarle el factor del desconocimiento que tiene la población de estas enfermedades.
Aún nos queda un problema: confiamos en las personas con las que nos relacionamos, porque no pensamos que nuestra amiga o amigo de aquel lugar que conocemos desde hace meses tenga una ETS, pero ¿qué pasa con sexo oral y el mito de que no puedes contraer ETS por estos medios? Claro cuando se está besando a alguien no parece muy buena idea preguntarle ¿te has hecho exámenes de ETS últimamente?
Creemos que si conocemos a la persona muy bien y ya sabemos que series le gustan, la comida favorita y de paso hemos salido ya varias veces, es seguro. A pesar de que se considera una conducta riesgosa, tener encuentros de este tipo con personas a las que no se conoce o en las que no se confía y más aún si se tienen múltiples compañeros sexuales en cortos periodos de tiempo, no es del todo cierto que tu pareja no te va a contagiar de algo, sin embargo, esto no significa que tu pareja te esté engañando, ¡es posible que contraer una enfermedad sin percatarse! ¡no pensemos que todo el mundo es malo y cruel! Tampoco es necesario ser una persona promiscua para que te pase algo. El problema principal es la falta de comunicación, ya que es crucial para que nos sintamos lo suficientemente a gusto como para poder dejar las cosas claras y respetarnos mutuamente. Así quizás puedas decirle dónde y cómo te gusta algo, de paso usemos condón o no voy a hacerte un oral, si no te apetece.
Estudiante de tiempo completo, feminista inconforme, amante de los animales, obsesiva de los vestidos, entusiasta de la escritura creativa y de los planes de último momento.
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