Por: Andrea Chacón Chacón, presidenta de la FEUCR
Buenos días a todas las personas presentes: estudiantes, personal docente y administrativo, señoras y señores vicerrectores, señoras y señores miembros de consejo universitario, señor rector.
Hoy celebramos el 79 aniversario de nuestra casa de enseñanza superior, la Universidad de Costa Rica. Son 79 años en servicio de la sociedad costarricense, aportando a esta miles de profesionales en diversas áreas, trabajando con comunidades por medio de programas de acción social, aportando nuevo conocimiento a nuestro país y al mundo.
El valor de la universidad pública no se enmarca únicamente en el plano general, sino que marca y cambia la vida de las personas que tienen la dicha de formar parte de ella. La educación pública superior ha representado para miles de estudiantes a lo largo de su historia la posibilidad de un futuro mejor y de desarrollarse en sus áreas de interés. Esto gracias al modelo de universidad pública respaldado por nuestra Constitución Política, donde se plantea una universidad accesible para toda la población y donde se nos garantiza la igualdad de posibilidades.
La autonomía de nuestra universidad pública nos ha permitido en estos 79 años guiar el rumbo de nuestra institución. Impidiendo de esta manera que intereses políticos externos se sobrepongan a las prioridades de la universidad.
Gozamos también de libertad de cátedra que nos permite expresar diversas posturas sin que nos sea limitada nuestra libertad de expresión. Esta nos permite además, tanto a estudiantes como a docentes, la discusión fundamentada de las mismas permitiéndonos de este modo nutrirnos en conocimiento.
Por medio de la extensión o acción social, aportamos a nuestras comunidades conocimiento, promovemos la cultura y también la aprendemos. Con esto compartimos con la sociedad el conocimiento que nuestra universidad nos ha permitido adquirir.
Por último tenemos el cogobierno, que nos da la oportunidad a la comunidad estudiantil de formar parte de la toma de decisiones y acompañar el rumbo que guía a nuestra institución. Esto por medio de la representación estudiantil electa mediante procesos democráticos.
Los anteriores son principios planteados por medio del manifiesto liminar de la Reforma de Córdoba, una de las bases de nuestro modelo universitario, el cual debemos honrar y defender.
“Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”, nos plantean en dicho manifiesto, y debemos trabajar cada día para mejorar nuestra universidad y la estadía dentro de ella.
Nuestra institución requiere mejoras y debe adecuarse a las necesidades actuales de la sociedad. Esto en el marco de su autonomía y buscando siempre el aporte de toda la comunidad universitaria. Como estudiantes nos corresponde colaborar con nuestra universidad y su avance en temas de género, diversidad y derechos humanos en general, exigir una adecuada distribución de los recursos, además de asegurar y velar por la mejora de garantías que esta siempre nos ha brindado como lo son las becas y residencias estudiantiles.
Como comunidad universitaria somos parte de la Universidad de Costa Rica y debemos velar por su fortalecimiento y continuidad en el tiempo. Somos nosotras y nosotros los llamados a exigir las mejoras internas que requerimos y a visibilizar el valor que tiene la universidad pública para las y los costarricenses.
Me gustaría terminar mi intervención también con una frase del manifiesto liminar de la Reforma de Córdoba: “La autoridad en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: Enseñando.” Es por esto que es nuestra responsabilidad como comunidad universitaria involucrarnos en el cambio que queremos generar en la Universidad de Costa Rica, exigiendo y sugiriendo el camino que esta debe seguir, por lo que debemos trabajar en conjunto para mejorar como institución en ejercicio de nuestra autonomía.
Muchas gracias.
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