Por: Nathalia Valerín.
El edificio de la Facultad de Bellas Artes es uno de los más viejos de la Universidad de Costa Rica. Con una organización que data desde previo a la instauración oficial de la Universidad. Actualmente en sus instalaciones se encuentra la Escuela de Artes Plásticas, y reciben clases algunos estudiantes de Artes Dramáticas y de Estudios Generales. También se ubican ahí el Instituto de Investigación de las Artes y el programa de Postgrado. Su infraestructura ha sufrido franco deterioro con el pasar de los años. Además, el crecimiento de su población estudiantil ha sido exponencial.
La Escuela de Artes Plásticas con sus seis carreras tiene aproximadamente 600 estudiantes en sus distintas especialidades. Las clases impartidas en este edificio requieren condiciones muy específicas para el desempeño de sus actividades académicas.
El 1 de abril del 2015 fue emitida la Orden Sanitaria Nº 029 2015 hacia el Rector Henning Jensen, resultado del informe técnico CS ARS MO 2147 2014. En dicho documento se hace un análisis de la situación infraestructural y de salubridad de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, sede Rodrigo Facio; por una queja interpuesta ante el Ministerio de Salud en noviembre del 2014. En dicha Orden Sanitaria se tocan 21 puntos de carácter urgente a remediarse, dado que atentan contra la integridad de todo el personal estudiantil, docente y administrativo de la entidad. Entre ellos, cabe mencionar,
La inexistencia de un Plan de Emergencia, Manejo de Desechos y de Seguridad Laboral e Higiene Ocupacional para la Unidad Académica.
Instalaciones de inmobiliario insuficientes para la cantidad de estudiantes y en condiciones de deterioro avanzado.
Cantidad insuficiente de servicios sanitarios para la población vigente de la unidad académica (3 servicios sanitarios) para mujeres, 1 orinal y dos servicios sanitarios para hombres).
Falta de espacio para el correcto almacenamiento de gases comprimidos (tanques de oxi-acetileno y oxi-propano), además del mal estado de estos tanques.
A la Universidad se le da un plazo de respuesta de tres meses tras el acuse de recibo de la Orden Sanitaria para respuesta. Ante esto, Rectoría envió el 13 de julio del 2015 el oficio R4548 2015 en donde propone un Plan Remedial a largo plazo en donde involucra a la OEPI (Oficina Ejecutora de Programa de Inversiones), la UGA (Unidad de Gestión Ambiental), Servicios Generales, la Escuela de Química, la Oficina de Bienestar y Salud, entre otros órganos, e indica cómo cada uno de estos entes actuarán respecto a los puntos establecidos. No obstante, la mayoría de los puntos son supeditados al cumplimiento del punto 1, que corresponde al establecimiento del Plan de Emergencia, Plan de Desechos Sólidos y Líquidos y el Plan de Salud Ocupacional.
La Asamblea de Escuela de Artes Plásticas en conjunto con la representación estudiantil comenzó un proceso arduo de identificación de las áreas de riesgo y puntos estratégicos de atención para colaborar con los técnicos en la realización de los planteamientos necesarios.
El 24 de setiembre del 2015, por medio de una noticia del Periódico de La Nación, se informó a la comunidad estudiantil y a las entidades administrativas del recorte del presupuesto ordinario del 2015, en donde se excluyen dos proyectos constructivos: el edificio del CIAHTA para la Escuela de Medicina, y el Edificio de Artes Plásticas, parte fundamental para el acatamiento de la orden sanitaria y edificio que había sido pactado en una reunión con Vicerrectoría de Administración en setiembre del 2014.
Es ante esta situación que el cuerpo de la Escuela de Artes Plásticas decidió tomar acciones en protesta. En común acuerdo de las partes (docentes, estudiantes y administrativos) se hizo una primera manifestación simbólica ante el monumento “Yo Protesto” del Maestro Néstor Zeledón, ubicado en la entrada del nuevo edificio de Ciencias Sociales. La manifestación fue de carácter pacífico y tomó el espacio por medio del dibujo y serigrafía, se empapeló el monumento, y la producción luego fue llevada a Rectoría.
Gracias a este primer movimiento, el Rector Henning Jensen se reunió con una comitiva representativa de la Unidad Académica, compuesta por el director Eric Hidalgo, la profesora Carmen Aguilar, un representante de la sección administrativa, representantes estudiantiles y Doña María Clara Vargas, Decana de la Facultad de Bellas Artes. En esta primera reunión se esbozó la problemática reclamada. Se pactó un primer acuerdo de atención a las necesidades de la Unidad Académica y acordó una segunda jornada de reunión.
El día jueves 1 de octubre, se llevó a cabo una sesión con el Consejo Universitario, a la cual fueron invitados el Director Eric Hidalgo, la Decana María Clara Vargas y la representante estudiantil Nathalie González. El Consejo expresó su preocupación acerca del estado en el que se encuentra la Escuela de Artes Plásticas. El Rector dió seguridad en actas de que el edificio, si bien fue excluido del plan presupuestario ordinario del 2015, será punto de interés de inversión para el superávit del mismo año.
Posterior a dicha sesión, se reunieron los representantes de las diferentes secciones de la Escuela de Artes Plásticas y se redactó una contrapropuesta (Oficio EAP A 507 2015) al Plan Remedial establecido por la Rectoría en atención a los puntos más urgentes de seguridad dictados en la Orden Sanitaria. La contrapropuesta tomó en consideración el acuerdo previo brindado por el Consejo Universitario de financiar mediante el Superávit 2015 (presupuesto extraordinario) las etapas I y II del proyecto del nuevo Edificio de Artes Plásticas.
El 2 de octubre se realizó una segunda manifestación en “el pretil” del edificio de Estudios Generales, para visibilizar la problemática, y exigir el cumplimiento de los compromisos de Rectoría. Nuevamente se utilizaron los recursos artísticos y la fuerza de la imagen como medio comunicativo para presentar el discurso de la Escuela de Artes Plásticas frente a esta problemática.
Posteriormente, iniciaron las inspecciones por parte de ingenieros de la OEPI en el edificio de la Facultad de Bellas Artes, con el fin de analizar el estado infraestructural. El día lunes 9 de noviembre llegó un oficio de Rectoría (R-7488-2015) dirigido a la Dirección de la Escuela de Artes Plásticas, el cual incluía el informe técnico referente a dichas inspecciones, así como otro por parte de la OBS. Ambos informes enlistan todas las acciones necesarias para atender el problema infraestructural inmediato de la Escuela.
En diciembre del 2015 el Consejo Universitario aprobó una modificación presupuestaria para el superávit del mismo año, en la que se contempla el presupuesto designado para la construcción del edificio de Artes Plásticas. Adicionalmente, la Rectoría asignó un presupuesto para las reparaciones del techo de la Escuela, las cuales dieron inicio a finales del segundo ciclo lectivo 2015, con lo cual se esperaba eliminar las filtraciones de agua, y por tanto reducir el riesgo de cortocircuito.
A pesar de las reparaciones que se han llevado a cabo en la Escuela, todavía existen puntos de carácter urgente que han sido anotados por diversas instancias universitarias, como la OEPI y la OBS, los cuales deben ser atendidos con la mayor brevedad posible. Algunos de ellos son la reubicación y acondicionamiento de los tanques de gas oxi-propano y oxi-acetileno, habilitar las salidas de emergencia, solucionar el manejo ambiental y de salud ocupacional de las emisiones de gases tóxicos por falta de ventilación. Añadido a esto, según palabras de la OEPI, la instalación eléctrica de la escuela debería hacerse nueva, debido a que ya cumplió su vida útil y no cumple las normativas vigentes.
Mediante los movimientos realizados por parte de la comunidad de la Escuela de Artes Plásticas, se demostró lo que es posible alcanzar, a través de la lucha organizada, el empoderamiento estudiantil comprometido y la fuerza de la imagen.
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